El Grupo Parlamentario Socialista ha destacado la catastrófica gestión del Partido Popular en la empresa pública GISVESA que la llevó a estar en causa de disolución en varias anualidades. Así lo ha afirmado el Grupo Parlamentario Socialista en una nueva sesión de comparecencias de la Comisión No Permanente de Investigación sobre la Contratación de Personal en el Sector Público Empresarial de Extremadura.
A modo de ejemplo, el PSOE en la Asamblea de Extremadura ha señalado que la empresa generaba pérdidas de negocio de forma sistemática mientras que se aumentaba exponencialmente el personal en plantilla o se adquirían terrenos que se devaluaban por la propia empresa hasta el millón de euros en pocos meses. Según los diputados socialistas, durante la época de Monago y el Partido Popular, GISVESA llegó a tener una plantilla de 90 trabajadores sin que conste ningún proceso de selección de aquella época.
Por otra parte, el Grupo Socialista ha desvelado que existía un ocultismo contable que provocó requerimientos múltiples del Tribunal de Cuentas. Los socialistas han advertido que la empresa tuvo un desfase de activos de un millón y medio de euros en 2013, cuentas que fueron presentadas al Consejo de Administración por el popular Miguel Valdés, actual concejal del Ayuntamiento de Mérida, siendo los auditores los que instaron a su corrección. Estas cuentas fueron firmadas en su día por el exconsejero de Monago y ahora diputado del PP, Víctor del Moral.
En esta misma línea, los socialistas han comprobado que las personas que llevaban la asesoría fiscal y contable de la empresa y sus auditores de cuentas eran socios, lo que supone un incumplimiento flagrante de la Ley de Auditoría.
AVANTE Y GESPESA, MAQUINARIA DE PROPAGANDA DE MONAGO
En cuanto a los gastos de la empresa AVANTE, el Grupo Socialista denuncia pagos mínimos de 220.000 euros destinados a conciertos que sirvieron para promocionar la imagen de Monago junto a artistas famosos. Una prueba más, aseguran, de cómo el Partido Popular usó a las empresas públicas como maquinaria de propaganda para su propia imagen, igual que hicieron en GESPESA, donde multiplicaron por 25 los gastos de publicidad.
También han desvelado que, en AVANTE hubo despidos caprichosos e injustificados que generaron indemnizaciones por importe de 1´4 millones de euros. Cabe señalar que, por despidos en el grupo GPEX, los extremeños y las extremeñas ya tuvieron que pagar 2 millones de euros por este tipo de despidos catalogados como injustificados o improcedentes por sentencia judicial.